Rico-Piedad y Angustias en la cumbre de Málaga

img1

Cada luna llena de agosto, como si de un ritual se tratara, un grupo de Hermanos y simpatizantes de la Archicofradía realizan una subida nocturna a la Maroma. Este grupo varía cada año pues las circunstancias van añadiendo o restando personas a esta ruta senderista tan popular por esta zona de la Axarquía malagueña, sin embargo el pasado 19 de agosto se quedó para realizar esta tradicional actividad.
Siempre se fija un punto de quedada en Vélez-Málaga para ir en grupo hasta el paraje conocido como “El Robledal” en la provincia de Granada, una vez allí nos colgamos las mochilas y tras varios “selfies” iniciamos el ascenso justo a las 22:25, poco a poco vamos subiendo y cambiando opiniones e impresiones sobre diversos temas, pero el primero en tratar, que está en boca de todos, es sobre nuestro compañero de viaje David Van Damme con tan sólo siete años y dispuesto a subir la Maroma.
La noche va transcurriendo con tranquilidad y vemos como David es capaz de aguantar la caminata tanto o más que algunos de los que estamos subiendo; de hecho íbamos tan cómodos y entretenidos con nuestra conversación que sin darnos cuenta llegamos a la cima de la Maroma a las 1:45 de la madrugada, así que de forma inmediata comenzamos a buscar refugio para pasar la noche a la intemperie. Una vez acoplados esperábamos peor tiempo, pero el viento no era fuerte y eso controlaba bastante el frío, a pesar de eso estábamos a unos 11 grados. Tranquilamente fuimos a dormir hasta que la intervención del zorro haciendo de las suyas y algunos caballos sueltos interrumpieron el sueño de los que estábamos allí. De todas formas descansamos bien y a las 7:30 de la mañana ya comenzábamos a recoger para iniciar el descenso no sin antes realizar una oración en común, con la lectura del pasaje evangélico del día y hacernos la foto oficial en el monolito con dos fotografías de los Sagrados Titulares. Nuestra mayor sorpresa fue encontrarnos con un grupo de Hermanos de la Cofradía de las Angustias que de forma orgullosa mostraban el escudo de su Hermandad. En esos instantes no lo dudamos ni un segundo y nos hicimos una foto todos juntos, aquella que acompaña esta crónica.
Tras los momentos fotográficos a las 8:25 comenzamos el descenso y sobre las 11 de la mañana ya estábamos desayunando en el restaurante de la Alcaiceria. No hay que poner en duda que David llegó magnífico y con un brillo en los ojos que mostraban las ilusiones vividas en estas horas con su Cofradía; momentos muy lejanos y distintos a la Semana Santa, pero son momentos como este los que mantienen viva a la Real Archicofradia de Ntro. Padre Jesús Nazareno “El Rico” y María Stma. de la Piedad.


Javier Rodríguez Vico
Secretario y Presidente de la
Comisión de Difusión y Prensa



Más Actualidad